domingo, 29 de diciembre de 2013

Ni de izquierdas ni de derechas: Estúpido.

La tan manida y odiosa expresión coloquial "yo soy apolítico" encierra un error mayúsculo y un disparate supino, aboca a la complicidad con los abusos y al anquilosamiento político y, además, es intelectualmente inviable. 

Toda persona, sin distinción alguna, tiene una posición, prioridad y preferencia frente a los conflictos sociales y asuntos políticos.Todas las personas tiene su propia representación ideológica de la realidad, sus convicciones y creencias. 

Pongamos un ejemplo: Si no existe posicionamiento en favor de los trabajadores explotados y en contra de las clases explotadoras y, con mayor concreción, si no existe posicionamiento contra una reforma laboral que destruye derechos laborales, entonces, tácitamente, el posicionamiento sera en favor de los explotadores y de la reforma laboral respectivamente.

El universo político esta formado por partes contrapuestas con intereses antagónicos. Este antagonismo conflictivo es la esencia de la política y, en grado sumo, significa la guerra entre dos partes que no admiten termino medio (la clásico binomio izquierda/derecha es el que representa la naturaleza dicotómica de la política). Por tanto, como en la guerra, las posiciones neutrales se convierten en aliadas de una o de otra parte.

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